La oposición laportista está siempre al acecho aprovechando cualquier error del actual presidente para desgastarlo y desbancarlo. Consiguieron las elecciones anticipadas mediante la denúncia de un socio controlado por estos opositores. No se esperaban que las elecciones serían en poco másde un mes y después de que Laporta hubiera ganado Liga y Champions esa misma temporada. Para que Rosell no perdiese por abrumadora mayoría de Jan nadie se presentó seriamente y Laporta mantuvo la presidencia sin pasar por las urnas y solo hacviendo recogida de firmas por distintas localidades catalanas.
Esta temporada tan desastrosa deportivamente sí que ha sido aprovechada para este grupo de enemigos laportistas. Mundo Deportivo y Rac1 durante toda la temporada, asunto Eto'o incluido, y por último Sandro Rosell contando operaciones que habría hecho que explicadas por alguien que cae bien como él parecen acertadas pero si las hace Laporta no llega a reunir las firmas para la candidatura en agosto pasado.
Vender a Ronaldinho la temporada pasada hubiese sido un gran error que nadie entenería porque no queremos un gran Barça de una temporada sino un gran Barça siempre, por esto, no podemos fichar al mejor jugador del mundo cada año y venderlo al siguiente para fichar otro igual, que muchas veces no existe.
Sandro lo que ha de hacer es callar y ver como el que no había hecho nada durante todo el mandato de Laporta se ha puesto las pilas y ha fichado rápidamente lo que necesita el Barça.
Txiqui ha sido criticado por todos los aficionados azulgrana pero ahora hemos de aplaudir por haber fichado al mejor del mercado una semana después de acabar la Liga cuando normalmente estos fichajes se cierran en agosto después de duras negociaciones, ofertas de otros clubs y discusiones entre los presidentes.
Se pedía a un medio defensivo, a jugadores africanos para estar al nivel físico del Chelsea, a defensas titulares y en quince días han sido presentados tres jugadores y aún quedan dos más.
Estos fichajes, fugaces y correctos, demuestran que se llevaba tiempo rastreando el mercado, hablando con los jugadores y negociando con los clubs, probablemente después de eliminarse de la Champions, porque si el que ficha es Txiqui no puede haber visitado a tres representantes, tres jugadores y tres presidentes diferentes en tan poco tiempo llegando a un buen acuerdo económico. En invierno, sin ofertas que presionen de otros clubs se acordó Abidal, se ató a Yayá Touré, o como ahora dicen y mal le queda Touré Yayá, y se volvió a hablar con Henry para que vise que si hay un equipo coemptitivo donde pueda jugar ese es el Barça.
Si la temporada pasada fue nefasta, esta pretemporada está siendo notable porque ha hecho olvidar a los aficionados el pésimo rendimiento de los jugadores y con duras declaraciones y fichajes acertados vemos que Ronaldinho y compañía pueden volver a jugar como lo hacían antes más los refuerzos de Txiqui y ya no de Rosell.
Estamos todos con ganas de ver a Henry jugando con la camiseta del Barça.
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