jueves, 5 de julio de 2007

El buque insígnia



Cada aficionado ha soñado alguna vez con ser el líder y el capitán del equipo con los colores de las banderas de su habitación. En la actualidad tenemos muchos ejemplos en diferentes países. En España los grandes tienen a su capitán sacado de la cantera y con toda la trayectoria hecha en el equipo. Albelda, Raúl y Puyol son el referente de cualquiera que anime los colores ché, merengues o culés. En Italia están Maldini, Del Piero o Totti, entre muchos otros. En Inglaterra el gran Alan Shearer, Gary Neville o el ídolo de Anfield Gerrard.

Torres ha optado por dejar de ser la estrella de tu propia hinchada para irse a un club extranjero, casi español por eso, pero siendo uno más con una afición que ya quiere a otro jugador, uno de categorías inferiores y que prefiere vestir los colores que anima desde pequeño a cobrar más en otro equipo, Steven Gerrard. Nos quejamos de los brasileños o los jugadores tipo Vieri a los que definimos como mercenarios por cambiar cada dos por tres de equipo buscando un mejor sueldo. Lo que ha hecho Torres no es lo mismo pero puede llegar a serlo. Si en Anfield triunfa, puede buscar un mejor contrato en el Chelsea o en el Milan, diceidno lo típico de probar fortuna en Italia. En el Liverpool ya no es el ídolo de la afición y otro sueldo podría cegarle para recalar en otro equipo.

Un jugador que viene de las categorías inferiores y llega a ser el capitán del equipo ha de dar lo máximo para que los dos a levanten títulos. El Espanyol lo ha hecho con Tamudo. Por esto, no me creo que Torres, que es fijo en la selección, no pueda conseguir más con el Atlético que el capitán blanquiazul.

A Puyol le costó varias temporadas ser el capitán del Barça, y más ganar títulos, pero el 17 de mayo del pasado año levantaba lo que muchas veces había soñado en la Masia, la Champions League, era el capitán del equipo campeón de Europa.



Paolo Maldini lleva 20 años en el Milan, su padre también jugó allí y su hijo está en las categorías inferiores del club rossonero. Ha levantado todos los títulos como capitán y nunca ha pensado en irse a buscar un mejor contrato, sabe que como en Milan no va a jugar más cómodo porque la afición lo considera el ídolo por su futbol y su respeto a los colores.

Son muchos los jugadores que han preferido el dinero a vestir los colores que siempre han animado pero muy pocos triunfan en otro equipo porque no se sienten con confianza o no tienen el respeto del vestuario. Gaizka Mendieta es un claro ejemplo y la antítesis de Puyol. Media Europa les ofrece un gran contrato, Puyi se queda, el otro se convierte en el fichaje más caro en ese momento y no vuelve a lucir su futbol como lo hacía en Mestalla. Algunos detalles y otros contratos a la baja pero el Mendieta que deslumbraba como ché se convirtió en el jugador que cualquier equipo desea sacarse de encima.

Raúl Tamudo, por muy odiado que esté por los culés se le reconoce su amor al club, ha levantado dos Copas del Rey, con goles en sendas finales, y ha perdido una final de la UEFA en los penalties. Podría estar jugando en el Glasgow Rangers pero decidió volver después del reconocimiento médico, lo que no superó las pruebas nadie se lo cree, y ahora es el capitán del Espanyol e ídolo de Montjuic. Pudo hacer como Mendieta y prefirió jugar en un equipo de barrio pero llevarlo a conseguir algún título con el poco presupuesto que tienen. Del catalán se sigue hablando por sus contínuos goles al Barça y del vasco solo se habla de un gol que le metió al mismo equipo hace varias temporadas.

Navarro, Guardiola, Mendieta, Morientes, Owen y muchos más han cambiado de equipo pero las cosas no les han ido mejor y en muchos casos deben de pensar que en el club donde se formaron la afición no les habría dado la espalda o estarían con él en las lesiones o escándalos de dopaje.

Desde mi parecer Torres no ha hecho lo correcto, el presidente sí porque ha cobrado 36 millones de euros cuando Henry ha venido por 24 y presenta mejores promedios de goles.

1 comentario:

Chus dijo...

Tampoco es que el Liverpool se haya vuelto loco con los 36 millones. Banyeres lo explica hoy muy bien en su blog: han vendido jugadores que no les interesaban por más de 30 millones (Bellamy, Zenden, Mark González, etc, etc).