Luchador y trabajador

Se le puede acusar de muchas cosas, de acomodarse, de ser un pesetero, de querer los títulos aún sin minutos... en fin, de chupar del bote. Javier Saviola no es quizás el jugador más modélico del fútbol español, es cierto que hace un par de temporadas cualquier jugador habría aceptado un traspaso a la baja con tal de jugar más y no perder parte de sus preciosos años de juventud. Sin embargo él siempre ha defendido que se ve capaz de triunfar en un grande como el Barcelona y que por eso se queda, para jugar. La vida no le daba oportunidades, no tenía a los directivos de su parte ni minutos con los que convancer, el trabajo realizado en otros equipos y la selección no parecían suficientes para un equipo que contaba con dos delanteros delante de él. Tuvo que retirarse uno de ellos para que se abriese una puerta de esperanza, cerrada brscamente y casi definitivamente poco tiempo después con la contratación de Gudjohnsen. Pero Saviola lejos de darse por vencido siguió trabajando, esta vez la suerte no le giró la cara, dos lesiones arriba y una vacante libre. Ha costado sudor y cansancio, pero al fin Saviola ha podido demostrar que es un buen delantero para este club. Han hecho falta minutos de la basura y partidos de Copa, pero al fin, casi 4 años después, ha sido titular por méritos. ¿Que qué ha hecho Saviola entonces? Pues lo suyo, marcar.